Un número indeterminado de civiles han muerto en la tarde de este domingo tras registrarse una explosión cerca de la entrada de una mezquita en Kabul, donde se estaba celebrando una ceremonia por la muerte de la madre del principal portavoz de los talibanes.

"Podemos confirmar que se ha producido una explosión cerca de la gran mezquita de Eid Gah hoy por la tarde, que ha causado bajas civiles, incluso algunas personas han muerto. Actualmente estamos recopilando más detalles", dijo a Efe un miembro de la oficina de prensa de la policía de Kabul que pidió el anonimato.

Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior, Qari Sayeed Khosty, confirmó a Efe que el ataque tuvo lugar "entre una multitud de civiles cerca de la entrada de la mezquita Eid Gah".

La explosión, que se produjo poco después de las 16:00 hora local (13:30 GMT), cerca de la entrada de la mezquita, ha provocado muertos y heridos, "pero por ahora no tenemos cifras exactas", agregó a Efe Bilal Karimi, portavoz de los talibanes.

En el momento del ataque, del que se desconocen más detalles, el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, se encontraba en su interior llevando a cabo una ceremonia por la muerte de su madre.

Por el momento, ningún grupo u organización armada se ha otorgado la responsabilidad de este ataque.

La mezquita Eid Gah, ubicada en la capital afgana, se encuentra a tan solo unos metros del Palacio Presidencial afgano y del Ministerio de Defensa.

Afganistán vive varias jornadas de violencia desde que los talibanes tomaron el control del país el pasado 15 de agosto.

El último de estos ataques dejó ayer al menos cinco muertos, entre ellas un niño y varios talibanes de las fuerzas de seguridad, y otras dos personas resultaron heridas en un atentado cerca de un mercado en la provincia oriental de Nangarhar.

Precisamente, en esta región afgana se encuentra el principal bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán. 

Se trata, hasta el momento, del mayor atentado en Kabul desde la retirada final de las tropas estadounidenses antes de la medianoche del 31 de agosto.
 

EFE